Machu Picchu

Iniciamos este viaje con un vuelo CLO-BOG, en el cual después de un intento fallido de aterrizaje, nos anuncian que debemos volver a Cali porque la neblina no permite aterrizar en Bogotá, esto nos hace perder la conexión a Cusco y nos toca viajar primero a Lima para llegar a nuestro destino final.

Cuando aterrizamos en Cusco, nos dimos cuenta de lo difícil que es adaptarse a los 3.399 metros sobre el nivel del mar. En el aeropuerto encontramos recipientes con hoja de coca, la cual es conocida y usada para combatir el hambre, la sed, el dolor, el cansancio y en este caso el mal de alturas.

Ahora sí, hablemos de la experiencia general del viaje que nos permitió conocer una de las maravillas del mundo. En Cusco, nos hospedamos en el hotel JW Marriott – El Convento, con una hermosa arquitectura, diseñado sobre el antiguo Convento Colonial de San Agustín del siglo XVI y declarado patrimonio cultural por el gobierno Peruano.

Al segundo día de nuestro viaje y abordo del Perú Rail, nos dirigimos a Machu Picchu, un lugar que no podría describir con palabras.

Cuando ingresas a esta ciudadela Inca construida en la cima de una montaña, logras dimensionar lo impresionante de esta obra, más allá de todo lo que se te puede pasar por la cabeza al conocer este sitio mágico.

Sientes una paz indescriptible, tal vez al ser consciente que estás parado al frente de una de las 7 maravillas del mundo, logras dimensionar lo que significa este lugar para la humanidad y puedes entender lo afortunado que eres de conocerlo.